Brillo en el polvo, un destello que se
va, Un mundo gris, y nada que cambiará.
Vinieron los Recolectores, con bolsas de seda
fina, Acumulando la luz, leche amarga y mezquina.
El Viejo Gruñón, con el ceño siempre fijo,
Llenó sus bolsillos, ignorando el acertijo.
Cada pequeño fulgor, cada minúsculo destello,
Guardado en secreto en un sueño egoísta y feo.
El sol se hizo pálido, la flor perdió color,
Si quitas la alegría, no queda ningún valor.
¡RECOGE EL BRILLO, pero nunca lo atesores! ¡Deja
que vuelen los colores, que el espíritu aflore!
BRILLA un poco más, dalo todo sin pensar,
Una chispa compartida siempre va a perdurar.
No está en el guardar, está en el soltar,
¡Así es como la magia empieza a multiplicar!
La Pequeña Lila miró, con ojos llenos de luz,
Vio caras amargadas bajo la gran cruz. Encontró
una chispa sola, en el rocío de una hoja, Y no
la quiso esconder, aunque la gente se encoja.
Sopló un beso diminuto, dejó la luz expandir,
Un incendio de asombro que empezó a vivir.
¡RECOGE EL BRILLO, pero nunca lo atesores! ¡Deja
que vuelen los colores, que el espíritu aflore!
BRILLA un poco más, dalo todo sin pensar,
Una chispa compartida siempre va a perdurar.
No está en el guardar, está en el soltar,
¡Así es como la magia empieza a multiplicar!
Las bolsas explotaron, un diluvio de oro total,
Los Recolectores sintieron un cambio radical.
Aprendieron la verdad, con una lágrima gozosa:
La luz que tú regalas es la que se queda hermosa.
Compartir es el sol, acumular es la noche,
¡Ahora tu pequeña llama es un gran derroche!
¡RECOGE EL BRILLO, pero nunca lo atesores! ¡Deja
que vuelen los colores, que el espíritu aflore!
BRILLA un poco más, dalo todo sin pensar,
Una chispa compartida siempre va a perdurar.
No está en el guardar, está en el soltar,
¡Así es como la magia empieza a multiplicar!
¡Brilla! ¡Brilla! ¡El mundo se ilumina!
¡Brilla! ¡Brilla! ¡Comparte tu luz
divina! ¡Sí! ¡Dalo ya! ¡Que brille hoy!