Aldea Armonía, el ritmo está en pie,
Pero en la mente de Lía, un secreto no cree.
Intentó atrapar notas, se escapan sin fin,
Un alma silente, sin música, sin botín.
Una noche un murmullo, sonido fugaz,
Melodía cósmica, de inmensa tenaz.
Compleja y brillante, que el corazón partió,
Al alba se había ido, la memoria falló.
Un profundo vacío, un bajo rumor,
"Esta es mi misión, buscaré con valor."
Al Gran Árbol fui, donde la leyenda es real,
Donde los secretos del cosmos no tienen final.
¡Canción Perdida! Vibrando en mi interior.
¡Canción Perdida! Derribo con furor.
Por el bosque oscuro, las sombras se ven,
Acertijos y ritmos, lucharé por mi bien.
No está en la mente, se encuentra en el alma,
Gano la música, recupero la calma.
Bailando con hadas, con flautas al son,
Esquivando espíritus, sin rendición.
Cada paso firme, un fragmento volví,
Lavé la duda, el dolor lo abolí.
Llegué al Gran Árbol, raíces de roca y ley,
Un director majestuoso, un invisible rey.
Cerré fuerte los ojos, dejé sentir el don,
Un recuerdo mágico, vale más que un millón.
Las ramas se inclinan, el bosque canta ya,
Rompiendo el silencio, ¡la magia se da!
La melodía surge, pura y celestial,
Destierra el miedo, no habrá un final.
La flauta es el regalo, tallada en su ser,
Ahora el instrumento escucha, sabe cómo hacer.
¡Canción Perdida! Vibrando en mi interior.
¡Canción Perdida! Derribo con furor.
Por el bosque oscuro, las sombras se ven,
Acertijos y ritmos, lucharé por mi bien.
No está en la mente, se encuentra en el alma,
Gano la música, recupero la calma.
Vuelvo a Armonía, la música es luz.
La canción hallada, que muestra la cruz.
Del corazón al aire, suena sin cesar,
El lenguaje del cosmos, lo voy a mostrar.
¡Escucha ahora! ¡La Canción ya está aquí!