Oye el murmullo, siente el misterio al fin,
La hora canta el saber sin confín.
Noé conoce el código, la clave final,
La melodía del tiempo debe ser inmortal.
Tic-tac, ¿podemos oír la paz?
Vive en Mirandor, un lugar de frágil luz,
Mas un pulso temblando rompió la quietud.
La Abuela le enseñó a escuchar la brisa,
El antiguo reloj fallando sin prisa.
Su polvo dorado se estaba congelando,
Una promesa vacía que el aire traía.
Tres pruebas sutiles, tres pactos que sellar,
Llevó el silencio del mundo bajo el cielo solar.
¡ES EL SILENCIO QUE CANTA! ¡RITMO DEL ALMA!
Música dorada que nos trae la calma.
¡Toma la Llave! ¡Busca el
Rocío! ¡Que el río fluya ya!
¡GUARDA EL BALANCE! ¡Y BRILLARÁ!
Cruzó la Cueva de Ecos,
donde el ingenio fue su juez,
Un enigma profundo que probó su madurez.
Buscó entre las flores la lágrima lunar,
La calma compró el Rocío, quitando el pesar.
El juicio final, el Roble de raíz de hierro,
Dudó de la gente y de su amor verdadero.
El Roble exigió un motivo, la razón para crecer,
Noé habló de momentos y el poder de querer.
¡ES EL SILENCIO QUE CANTA! ¡RITMO DEL ALMA!
Música dorada que nos trae la calma.
¡Toma la Llave! ¡Busca el
Rocío! ¡Que el río fluya ya!
¡GUARDA EL BALANCE! ¡Y BRILLARÁ!
El Guardián susurró: "¡Sus almas son solo un mal!
¿Por qué darles esta fe que nunca es real?"
La voz de Noé fue firme: "¡El
tiempo es lo que damos, no un don!
Es la pausa entre latidos, nuestra gran lección!
El balance es escuchar el aire, no el ruido!"
Puso los objetos sagrados,
el destino ha sido fluido.
¡ES EL SILENCIO QUE CANTA! ¡RITMO DEL ALMA!
Música dorada que nos trae la calma.
¡Toma la Llave! ¡Busca el
Rocío! ¡Que el río fluya ya!
¡GANAMOS EL PACTO! ¡ES LA VERDAD!
Oh, el Susurro del Tiempo...
¡Vive el momento que es nuestro!
La arena fluye, la canción es la paz,
Escucha atento, no mires jamás atrás.